La Sangre de José Huenuche por Javier Milanca

La sangre de José Huenuche no cabe en una bolsa plástica,
porque es la Koskilla Rayen que se revienta
allá entre las Kilas y los Walves.
La sangre de José Huenuche no cabe en una maleta
porque es incontenible
como amasijo leudando al cielo en una panadería de Cerro Navia.
La sangre de José Huenuche no se comenta en los diarios
porque es la luna roja que empaña las noches
de las madres de los weichafe muertos.
La sangre de José Huenuche no se entrega
porque es la memoria que gotea a golpes de kultrún
en algún llellipun pasado frente al mar y con lluvia.
La sangre de José Huenuche grita en medio de la celda
aún latiendo corazón adentro,
hacia la vida y los otros cataclismos
que volverán a hacer crujir el Gulumapu.
La sangre de José Huenuche no cabe en una jeringa
porque en ella va la sangre de todos los que algún día,
y digo todos vivos o muertos,
volverán al Wall Mapu
de donde nunca debieron haber partido.
Javier Milanca
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