PICHI EPEW : PANGUI COME MOYO

PANGUI COME MOYO.

Por Javier Milanca Olivares

Puede ser que le baje el fervor Panguilef o Lonkopan cuando PANGUI COME MOYO anda por el monte aterrando los aires y hasta las piedras tiritan de miedo. Algo aúlla con furia entre los kilantales crepitando en ecos desmesurados, algo como animal de cacería en furia hace temblar las Nalcas, los helechos mojados. Algo avisa de terror cuando cruje el viento porque va pasando despacio PANGUI COME MOYO oliendo todas las señales, enterrando sus colmillos en la humanidad de los Pellines para que se suelten sus savias como lagrimas o como sangre para escarmentar a las enredaderas escondidas, las lianas negras y los musgos venenosos.

Puede ser que le baje el kupalme Nahuelpan o el molfuñ MiIllapan, la descendencia Ayllapan. Quién sabe si esos linajes van también corriendo con cautela por entre las vertientes secretas donde beben los Chucaos y las Tepas nuevas mojan sus raíces para lanzar sus aromas rancios.

Puede ser y todo puede pasar cuando PANGUI COME MOYO da gruñidos recónditos, pues grita la Mapu y se aterran de espanto las Cantáridas en los troncos podridos. Es que fue en esa guerra del despojo cuando mataron a su madre a disparo de fusil mientras ella le daba de mamar debajo de unos Notros que estallaron enrojecidos. Hoy, de nuevo PANGUI COME MOYO recorre las montañas y baja amenazando las casas, rompiendo los corrales y sólo quiere alimentarse de teta de mujeres, sediento de madre, ojos en pena fauces en rabia, pasos en furia, buscando teta de mujeres. Es que le vuelve el hambre insaciable, la memoria de estirpe y esa sed bestial de los agónicos y escarba sinsentido en las carnes de otras buscando el pecho que su madre nunca le pudo dar, leche revuelta con sangre, leche con borra, con tierra masticada por larvas, leche con barro de hojas muertas, con lluvia y todo en el monte se llena de lamentos de zorzales extraviados o llantos de Walas huérfanas en las lagunas de arriba. Porque todo vuelve y se vuelve a la madre, Wüñoltun PANGUI COME MOYO en medio de los bosques a sufrir buscando, ya sea como gente o como pangui o como trapial o como puma o león, como le llamen en los distintos territorios, mezclando deseo de leche y furia de muerte. Ahí recién se vuelven a acordar que PANGUI COME MOYO quiere su tierra, que quiere recuperar su lof donde está la leche de su nacimiento y la sangre de sus muertos. Y es mejor que lo maten a machete y lo cacen a lazo o a perro o a trampa de gruesos troncos, nunca a escopeta, porque vuelve con más ira que antes. PANGUI COME MOYO se repite en cada generación de la tierra, repite su sangrar pero no es venganza, presiente los cazadores, avizora las trampas y las celadas astutas buscando la teta que no lo alimentó pues primero fue la bala, pero no es venganza. Y cuando PANGUI COME MOYO vuelve como Nahuel Pangui Trapial Puma León, cuentan los antiguos y los no tanto, tiemblan de espanto los montes y tiemblan también los Wingka.